Con el debut en la EuroCup como principal aliciente de la nueva campaña, el CAI Zaragoza reaccionaba a la salida de sus capitanes Sam Van Rossom y Pablo Aguilar con las llegadas de jugadores de contrastada experiencia como la dupla georgiana Giorgi Shermadini-Viktor Sanikidze o Jonathan Tabu y Pere Tomàs. Pese a algunos tropiezos inesperados en el inicio de curso, el equipo conseguía mantener el pulso a la Liga Endesa antes de estrenarse en la segunda competición continental. En un interesante y reñido grupo, con victoria inicial frente al Belfius Mons Hainaut, los de José Luis Abós lograban clasificarse para el Last 32 por detrás de rivales de prestigio como el ALBA Berlin, al tiempo que continuaban peleando en la competición doméstica.
Pese a que las opciones de Copa parecían comprometerse en algún momento por la inexperiencia de compaginar la doble competición, una gran victoria en Málaga ponía de nuevo en órbita a un CAI Zaragoza que repetiría presencia, precisamente con la capital de la Costa del Sol como escenario. Allí, los rojillos comenzarían a emerger como bestia negra de los locales, eliminándolos en la primera ronda y clasificándose por primera vez para las semifinales. Otra instancia alcanzada y otra ocasión en la que el Real Madrid se cruzaba en el camino aragonés demostrando su potencial. Así las cosas, tras alcanzar otro logro, el equipo se centraba ya en la fase decisiva del Last 32 de la Eurocup y la lucha por el playoff.
La primera de las misiones resultaría esquiva en un fatídico encuentro decisivo frente al Besiktas en Huesca (77-79); pero en la Liga Endesa se lograban grandes resultados como los triunfos en el Príncipe Felipe ante Valencia Basket (95-89) y F.C. Barcelona (85-79) que ayudaron a conseguir, no sin dificultades, el billete al playoff por segunda campaña consecutiva. Tras meterse entre los ocho mejores en la octava posición, el Real Madrid volvía a cruzarse en el camino del CAI Zaragoza, esta vez en los cuartos de final. A pesar de la dificultad, los maños vendieron cara su derrota con dos peleadísimos encuentros: el primero en el Palacio de los Deportes de la capital (78-70) y el segundo, escribiendo un espectacular epílogo a su temporada en el Príncipe Felipe (95-101) que dejaba claro que el club se asentaba entre los mejores.